sábado, 16 de febrero de 2008


Los pájaros volando sin rumbo fijo y girasoles quemados por el sol inundan la tarde

Una extraña sensación en la caben la alegría, los recuerdos, el olvido, tantos besos, tantas cosas y quien sabe cuanto más.

Pasa el tiempo,
Pesa el tiempo,


Y todavía la tarde arrancando fiebres de mis adentros y mis manos enredadas en el mundo de tus flores, aduciendo deseos de sueños incapaces de ser cumplidos, buscando huellas tangibles de tus pasos, y todavía la brisa golpea mi piel.

Cielo de un azul saturado,
pájaros volando sin rumbo fijo saboreando el sol de un enero roto, girasoles quemados por el sol y yo perseguido por fantasmas.

1 comentario:

Dark Queen dijo...

...Ese saturado cielo en donde solo se refleja tu rostro.
Y los pájaros que sin rumbo fijo vuelan parecen cegados por el resplandor de tu recuerdo.
Ese recuerdo que también padece bajo el sol, junto a los girasoles de tu mundo, lo padeciente de mi corazón….
Ya los fantasmas no persiguen mi cuerpo,
Persiguen el dolor de tu adiós...

Lindo poema