Sin virtud

Let it be,
Let it be,
Let it be,
Let it be,
Los Beatles no dejan de ser,
el grillo sigiloso asalto otro lugar,
la tv hoy dice lo mismo,
estas cuatro paredes me están resultando cada vez más opresivas,
el sonido de mi guitarra no es igual al de ayer; es más desafinado,
una ilusión me parece el amanecer al despertar,
y a lo lejos se dispersan los pájaros siempre los pájaros,
se acercan a la ventana cuando no estoy,
después otro instante,
esta incertidumbre,
este morirse tan de uno,
voy a pintar utopías en ruinas en un lienzo blanco,
mundo de papel,
Vang Gohs es otro en mis sueños,
Después de todo,
El ocaso disminuye,
la luz tenue entra por mí ventana y otra vez me recuerda
lo que hace un tiempo había olvidado,
no es otra cosa que lo estático,
también insípido,
para nada alternativo,
de un domingo gris.

Los pájaros volando sin rumbo fijo y girasoles quemados por el sol inundan la tarde

Una extraña sensación en la caben la alegría, los recuerdos, el olvido, tantos besos, tantas cosas y quien sabe cuanto más.

Pasa el tiempo,
Pesa el tiempo,

Y todavía la tarde arrancando fiebres de mis adentros y mis manos enredadas en el mundo de tus flores, aduciendo deseos de sueños incapaces de ser cumplidos, buscando huellas tangibles de tus pasos, y todavía la brisa golpea mi piel.

Cielo de un azul saturado,
pájaros volando sin rumbo fijo saboreando el sol de un enero roto, girasoles quemados por el sol y yo perseguido por fantasmas.